lunes, 29 de diciembre de 2008

El año del falo

Mea culpa, hago un mea culpa. El blog está últimamente en decadencia, hay una escasez de posteos sustanciosos. Pero hoy no. Hoy todo eso va a cambiar. Tan cerca de fin de año me corre la fecha con todos los posteos atrasados que tengo así que primeramente voy a comenzar con esta pequeña reflexión.
Días atrás me he visto amonestada por mi paulatino declive en la cantidad, variedad y carácter de mis entradas en esta página. Como se dice el pecado y no el pecador, no voy a admitir que fue Mariano Hrvatin el que sostuvo la antedicha charla en la 319. Una de las cosas que me dejó pensando... porque aparentemente todavía lo hago a pesar del hastío neuronal... *es si verdaderamente había cansancio detrás de la apatía escritural o si en realidad esto estaba relacionado con la aparición en mi vida de un personaje portafalos; léase, chongo... detesto decir novio porque suena a categoría impuesta por una sociedad que nada tiene que ver con nosotros. Tras mucho reflexionar sobre este punto, ayer caí en cuenta. Ni lo uno ni lo otro; el tiempo en la computadora se me está yendo gracias al puto Pet society del facebook que hace que salga mi lado más competitivo y agresivo ya que una amiga de cabeza grande está empeñada en pasarme a cada rato... no lo puedo permitir, NO.
Fuera de estas y otras cosas fortuitas he decidido bautizar al 2008 como el año fálico. Sí, fálico. Nunca tuve tanto contacto con el sexo opuesto en toda mi vida como en este año. Y que no se entienda como el chiste obvio o la alusión de trola. No. Hice muchísimos amigos varones, hablé mucho, los conocí, empecé a tener mayor noción de la manera de pensar y de razonar distinta a la mía. Me animé a descubrir más cosas de mí, a ser menos dependiente y más tolerante, menos remilgosa y más abierta, sincera y genuina; dejé las pantallas para mi próxima vida... logré ser un poco hombre yo también, ya dejé de entrar en el moldecito pensado para el rol femenino en la sociedad. No es una apología del falo, simplemente reconozco la parte de mí que es hombre y la acepto, siempre dije que soy sensible por demás, hasta maricona; un poco de testosterona no me cayó mal... sólo para contrarrestar... vio?

*los paréntesis no me andan así que lean los puntos suspensivos en reemplazo de estos signos tipográficos.



La cereza del postre:

Queriendo empezar con mi trabajo para el seminario de poéticas griegas me topé con un fragmento de Luciano de singulares características. Ahí les va:

Pero voy a referirme a algo aún más sorprendente. Existe allí un linaje de hombres, los llamados 'arbóreos', que nacen del modo siguiente. Cortan el testículo derecho de un hombre y lo plantan en la tierra; de él brota un corpulento árbol de carne, semejante a un falo**: tiene ramas y hojas y su fruto son las bellotas, del tamaño de un codo; cuando están ya maduras, las recolectan y extraen de su interior a los hombres.

**Representación plástica del miembro viril con fines mágicos y de culto religioso a la fecundidad.

Luciano. Narrativas Verdaderas, frg 22.

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