Entonces, me querés decir qué hago pensando todo el día en vos?
Porque me hiciste reír cuando te conocí. Porque te abrazaba muy fuerte. Porque era lindo tener algo sólo para darse aires. Porque no me importabas demasiado. Porque me llamaste a la noche en pedo. Porque al otro día me ignoraste. Porque escabulliste tu mano de la mía. Porque intenté mantenerme alejada pero me traicionaron mis brazos, mis labios, mi cuerpo. Porque me gustó tenerte como idea. Porque se ve que extraño la figura masculina en mi vida y no me gusta que sea así. Porque ya hago chistes en relación a un futuro que no existe.
De nuevo, no sos vos, soy yo la que te atrapó en el envoltorio de la idealidad y a la que le cuesta poner los pies en el suelo. Admitámoslo, si estuvieras disponible todo el tiempo, no me interesarías. No sé cuál será tu rollo, este es el mío y por el momento, ya tengo suficiente con mi noviazgo imaginario como para andar complicándome la vida con vos... que sos de carne y hueso.