lunes, 5 de octubre de 2009

Octubre. Mes del orgullo nerd.

¡Oh dolor, dolor, tristeza! Me arrastro por los rincones del depto compadeciéndome de mí misma y de la suerte que me ha tocado en este reputísimo año. De repente una visión se me aparece, un ser etéreo (no mono) y de traslúcido aspecto, valga la redundancia, me señala diciéndome:
-¡Tú! ¡Estúpida criatura! Ya has perdido demasiado tiempo queriendo ser una persona normal y rehusando tu origen, tu esencia y todo aquello para lo que has sido pensada. Dejá de llorar por ese barbudo que te dejó, realmente te pensaste que le ibas a atraer a alguien del común de la gente, a alguien que no es como tú… que eres… que eres… NERD!!!! Sí nerd, eso es lo que eres y te engañas a ti misma negándolo insistentemente.
-Oh, tú sombra, ¿quién eres?
-Soy Homero
-¡Por Zeus! ¡Eres el padre de nuestra cultura!
-No, soy el padre de… Bart Simpson.
-Pero sombra, si es cierto que estoy viéndote, ¿qué es esto que me dices? ¿Que nunca seré feliz con alguien que no pertenezca a mi calaña?
-Si
-¿Y cómo se explica que mi ex se haya sentido atraído por mí?
-Porque estás re buena, tenés un re buen culo (chiquito) y una nariz de princesa
-¿Por mi nariz?
-Si, de princesa y no me discutas más que estás re buena y yo lo sé todo, soy como el Rial del Olimpo.
(Hubo una parte de la visión que no me viene de forma clara a la mente por lo que he tenido que llenar algunos espacios en blanco con lo que me parece que me dijo. Dejo a criterio del lector determinar qué fue invento y qué no).
-De todas formas, papá Homero, ¿a qué has venido a mi humilde morada?
-Primero a decirte que el empapelado es espantoso y que hay muchos clavos en las paredes…
-Uh, vaya novedad
-¡No me interrumpas o haré que nunca puedas pagar Fibertel! Segundo, vine a recordarte cuál es tu camino.
-¿Mi camino?
-Si, tenés que salir de tu depto, bajar las escaleras, abrir la puerta, cerrarla, bajar otras escaleras, caminar un poco hasta las otras escaleras y listo, ya estarías afuera, después llevate un planito porque te vas a perder. Ah, también abrigo por si refresca.
Entonces me di cuenta de que el ente no era tal sino que era una mancha de humedad del techo y de que en realidad no me hablaba sino que era la radio prendida. Me levanté del piso alfombrado y tanteé el vaso de fernet que tenía al lado determinando que había tomado más que suficiente. A pesar de todo esto, el pedo místico que me agarró me dejó una moraleja: tengo que hacer un mes temático en el blog. ¿Y de qué tema? Y sí, es obvio, más que obvio, respondo y reivindico mi naturaleza…
NERD PRIDE A MUERTE!!!!8-)

La vida estética

Me levanto todos los días y preparo mi desayuno al mejor modo de las naturalezas muertas. Frutas, vegetales, hortalizas, vasijas, jarras… a veces antes de engullírmelos con culpa por estar arruinando algo perfecto, les saco una foto.
Tengo las paredes de mi casa atestadas de frases trascendentales y de cuadros renacentistas sólo para recordarme que el arte está en todos lados y que es muy importante. Hasta la lista del supermercado se organiza siguiendo los designios órficos y cabalísticos.
Mi ropa coincide con el día de la semana dependiendo del astro que lo rija y el peinado responde a un orden temático y numerológico. Procuro que todos mis intercambios con las demás personas no carezcan de belleza… al kiosco entro cantando como si se tratara de una ópera.
Sólo tengo amores destinados a ser épicos; ni me molesto en alguien que pueda volver mi vida y mis costumbres verosímiles y monótonas. Todo en estos romances está atravesado del más puro dramatismo sentimental. Y cualquiera de esas relaciones me dejan toneladas de poesía despechada o inspiradora. Otro tanto sucede con mis amigos. Estaría dispuesta a morir por ellos y viceversa… aunque nunca se da la situación.
Me desgañito gritando odas tristes a amigos que se van o amores que se pierden antes de tirar la cadena y pago los impuestos como la mejor escena de la mejor tragedia griega.
Todas las personas que conozco las idealizo y mis alegrías son extáticas. En cambio, las tristezas son titánicas y todas las noches, antes de irme a dormir y llorando de la manera más desgarradora posible, considero la forma más romántica de suicidarme; si envenenada, si desangrada, o de un simple estacazo al corazón.