viernes, 31 de octubre de 2008

Clavito II

Viernes 0.32 hs, tarde, cansada, cansadísima y vuelvo sobre mis pasos una y otra y otra vez. Qué lindo pienso qué lindo y requeterrelindo estar tan loca, tan completamente transtornada que no podés pisar el piso en paz sin sentir que estás haciendo algo, que estás existiendo con todo lo que eso implica: el stress, los padres, la vida. LA VIDA! la vida cómo pesa, cómo pasa y uno la y la y se pregunta si esto es vida o si lo otro es vida o si todo esto todo junto es vida y de ser así por qué ninguno se para a avisarte que esas suposiciones que tenés son verdaderas... más no sea el vendedor de panchos; te comés un pancho mientras...
Así que ésta era la vida
Sí, sí, vio qué cosas
Pero tuteame che
Bueno, querés con ketchup?
Sí, ketchup, ketchup es una buenísima idea. Porque es rojo, como la sangre. Rojo, color interesante, todo lo rojo es vida y muerte. Pero la vida, la vida, esa vida que te quedaste contemplando mientras te terminabas ese tremendo pancho carioca.
Usted cree que refresará?
Abandonás toda expectativa de que te tutee.
Se... qué se yo. Cómo sabés que ésta es la vida?
Si esta no es la vida no sé qué hacemos acá.
Capaz que somos las segundas partes.
Sí, segundas partes, como en una película. Lo peor es nada, la continuación que se espera que esté máaaaaaaas o menos parecida al original que fue tremeeeeeendo, rimbombaaaaaante y todas las multiplicaciones de vocales habidas y por haber. Segundas partes, el plan B, como la canción de Masacre.
Pero me gusta más la versión de Catupecu
No será un grupo muy comercial?
No sé, ni idea, no me interesa, me gusta, lo escucho, punto, no le doy más vueltas de rosca. Como todo, uno debe dejar de pensar en un momento para empezar a sentir... supongo. Pero no quiero irme de acá, acá se está bien, larga un lindo calorcito el carrito aunque con un tufo a cominda medio insoportable. Me pregunto si algún día pudiera existir la comida sin olor y si ésta por ende saliera tan rica como la que sí tiene olor. Divagación vana, basta, volvamos al pancho, a la sangre, al símbolo fálico que te estás introduciendo por la boca para masticar.
Por qué lo mira con desconfianza? está bueno! trabajo mercadería fresca.
No, me detuve a pensar en lo tremendamente familiar que se me hace este pancho a una poronga... el símbolo fálico está en todos lados, me tienen podrida los hombres y sus superdemostraciones hipermasculinizantes de que ellos dominan el mundo... al fin y al cabo a quién le calienta si nos vamos a morir todos? Mientras seguimos masticando penes y penes y más penes, en todo, en la comida, con la vista, con las palabras.
Veo que usted está un poco susceptible...
Ese es un comentario machista.
Machista a más no poder. Hiperultrarrecalcitrantemente machista. Qué mierda me calientan a mí los hombres y sus boludeces? Al final todo queda así y una paga los platos rotos. Intento hacerme la mujer recia, dura, comehombres... DE DÓNDE IRENE LA REPUTA MADRE si sos una pichi, ni idea tenés de la vida, menos vas a tener de las vergas y de todo lo que éstas traen pegado por detrás. Superada, qué triste que suena esa palabra en los labios de la negación. Vamos terminá tu puto pancho y andate de ahí, no ves que ya tenés olor a comida? Olor a como si hubieras estado cocinando con la grasa más rancia? Y sólo a vos se te ocurre comer en esos carritos. La poca salubridad creo, en este momento, es el menor de tus problemas... tu otro gran problema es tu vida y que ahora al fin que te dijeron dónde quedaba te da miedo ir para allá e ir sola porque pensás que capaz que te perdés. El calor del puestito y la luz te dan paja, sí, mucha paja. Como toda esta conversación y todo este divague sólo logra ponerte de un humor de mierda. Al final, si para qué, sólo somos siempre segundas partes.
Muy rico su pancho señor.
Chau querida, volvé cuando quieras
Al final te tuteó cuando vos lo trataste de usted. Y caminando con tu bolsito las seis cuadras hasta tu casa, de noche, no hay nadie, tas cagada pero sabés que es normal, sabés que es cualquiera estar cagada. No nos caguemos che, mirá qué linda noche, y Punta Alta es la mejor ciudad del país. Lástima que nací acá che. Qué mala suerte la mía últimamente, nada me sale bien...

Clavito

Pablito clavó un clavito
clavito clavó un pablito
clavó un clavito el calvito
calvito calvó un palito
palito paló un calvito
el calvito de pablito se clavó un clorito
clorito calveó bajito
baplito plaveó un calaverito
blablito blabló un balbito
claclito blableó un paplito
pablito clavito palito calvito
lilito laleó un plaplito
pilito clorito clarito
qué clavito clavó Pablito?

miércoles, 29 de octubre de 2008

Cansancio. Girondo.

Y de los replanteos
y recontradicciones
y reconsentimientos sin o con sentimiento cansado
y de los repropósitos y de los reademanes y rediálogos idénticamente bostezables
y del revés y del derecho
y de las vueltas y revueltas y las marañas y recámaras y remembranzas y
remembranas de pegajosísimos labios
y de lo insípido y lo sípido de lo remucho y lo repoco y lo remenos
recansado de los recodos y repliegues y recovecos y refrotes de lo
remanoseado y relamido hasta en sus más recónditos reductos
repletamente cansado de tanto retanteo y remasaje
y treta terca en tetas
y recomienzo erecto
y reconcubitedio
y reconcubicórneo sin remedio
y tara vana en ansia de alta resonancia
y rato apenas nato ya árido tardo graso dromedario
y poro loco
y parco espasmo enano
y monstruo torvo sorbo del malogro y de lo pornodrástico
cansado hasta el estrabismo mismo de los huesos de tanto error errante
y queja quena
y desatino tísico
y ufano urbano bípedo hidefalo
escombro caminante
por vicio y sino y tipo y líbido y oficio
recansadísimo
de tanta tanta estanca remetáfora de la náusea
y de la revirgísima inocencia
y de los instintitos perversitos
y de las ideítas reputitas
y de las ideonas reputonas
y de los reflujos y resacas de las resecas circunstancias
desde qué mares padres
y lunares mareas de resonancias huecas
y madres playas cálidas de hastío de alas calmas
sempiternísimamente archicansado
en todos los sentidos y contrasentidos de lo instintivo o sensitivo tibio
remeditativo o remetafísico y reartístico típico
y de los intimísimos remimos y recaricias de la lengua
y de sus regastados páramos vocablos y reconjugaciones y recópulas
y sus remuertas reglas y necrópolis de reputrefactas palabras
simplemente cansado del cansancio
del harto tenso extenso entrenamiento al engusanamiento
y al silencio.


Hace falta decir más? de lo que pueda quejarme ya Oliverio lo ha hecho en forma más poética.

lunes, 27 de octubre de 2008

Taza, taza, cada uno a su casa.

No. No hablo de esas tazas por las que todo el mundo está tan preocupado últimamente. No hablo de que mi madre quisiera que con mis escasos ahorros comprara dólares. Me refiero a las tazas, esas que sirven para tomar la leche, las que te ofician de vaso cuando ya no tenés más y hasta aludo a esas que se rompen por cualquier cosa, las más berretas y desvencijadas. Tazas en el sentido literal de la palabra.
Hace... creo que dos semanas tomando el matecocido me detuve a pensar. Lo que estoy perdiendo en mi vida es la falta de tazas... ¡Por supuesto! cómo no me dí cuenta antes. ¿Qué sería de mí en un futuro sin tazas?... nada, probablemente, creo que la ausencia de tazas no es lo que más me preocupa si estoy en la calle sin un techo que me cubra el marote. No es el razonamiento más cuerdo de mi existencia si ustedes lo siguen leyendo con el prejuicio que sé que están teniendo en este preciso momento. Basta, paren acá. Recomencemos.
No es que sea un elemento sine qua non para seguir viviendo mi triste y torpe existencia. Sólo quiero celebrar el hecho de que gracias a las tazas estoy concibiendo mi futuro. ¿Y cómo es eso? Bien, se los demostraré en un diálogo:

A: Sabés qué necesitamos para poder independizarnos

B:Qué

A:Tazas

B:Tazas?

A:Tazas...

B:Ah, no, si sos flor de pelotuda vos...

No dudo que B no tuviera razón. Pero como ustedes, tardó en detenerse a contemplar lo simple de mi argumentación. Estamos en octubre, casi finales. Me están entrando unas ganas cada vez más inmediatas de tener mi espacio, de poder salir de este atascadero de paredes y gris. Luego de este fin de semana de 4 días sin ir a Bahía y agraviado por noche de sábado en lo de B que me hizo imaginarme como sería nuestra vida como roomys... hoy retomó su tarea agobiante mi viejo instigador: El malhumor. Ante esta realidad a la cual sólo escapo dormida (y a veces ni aún ahí, el domingo soñé que mi hermano tenía un muñón en la mano derecha) ese día que reflexioné sobre las tazas me dije que necesitaba tener una confirmación certera de que todo acabaría pronto. Dos posibles confirmaciones, a todo esto, pueden ser, una pistola con una sola bala (o... muchas balas dependiendo de si me decido por el suicidio o el familicidio), o bien un indicio, un símbolo, un algo que me diga "Acabás de dar el primer paso a tu independencia... sentite orgullosa". Por supuesto, B, luego de comerse mi tremenda explicación me volvió a decir que era una pelotuda ya que lo que primero necesitamos es una foto mural de nosotras dos enmarcada, autografiada y con cara de tremendas perras. Luego dijo que en vez de las tazas lo que antes necesitábamos era...

A:Un trab...

B:llavero

Ahí le dije yo a ella pelotuda.
Y el tema de las tazas quedó como el tema fundacional a partir del cual ya nos hacíamos problema de si íbamos a tener o no un gato, si necesitábamos wi fi o banda ancha y hasta si podíamos compartir los machos (una de estas opciones puede que todavía no se haya discutido in extenso). Pero, mi mente, necesariamente quedó congelada con el jarrito, todavía ideal, sin pensar concretamente en algún dibujo o patrón, algo todavía tan burdo, lejano y estéril quizás.
Falta, lo sé, lo más importante.
Hoy, sin embargo, más que nada me hizo falta una buena taza para poder tomar mi mate cocido de la tarde mientras daba clases particulares.

viernes, 24 de octubre de 2008

Tedio

Ponerse de novio por aburrimiento.
Enseriarse por hastío.
Salir los domingos a tomar un helado
en medio de una atmósfera de conformismo.
Casarse porque es lo usual.
Concebir hijos por embole
y parirlos en medio de un gran bostezo.
Con indiferencia verlos crecer.
Crecer también por costumbre.
Envejecer y ver la partida de los hijos
entre siestas prolongadas.
Llegar a la silla mecedora y darse cuenta
de que la persona que está en frente es vacía
y mira con la misma mirada
imbécil con la que hace años hacía el amor.
Reconcentrar en ella la causa de todo nuestro tedio maldito.
Maldito tedio que elejimos nosotros
pero del cual no nos creemos culpables.
Morir para escapar de él
y en la nada a la que condenamos nuestros huesos
sin cielo -ya que el tedio acabó con él-
asistir a la lenta y paulatina descomposición
de nuestra carne putrefacta.

martes, 21 de octubre de 2008

Los días están volviendo a tener ese gusto común, conocido, como a yogur de vainilla. Más parecieran alargarse, más empalaga el sabor dulzón.
Los días están logrando hastiarme con su plétora de oquedades.
¿Por qué lo empalagoso de lo habitual me deja esa sensación de que nada está dicho, de que todo puede cambiar, de que ya no soy la misma?
Los días están llegando a ser intolerables bajo su capa dura acaramelada de sabor a vainilla, una vainilla aburrida, un ir y venir con un después al que uno se acostumbra a esperar pero que no llega y es incierto.
Los días están apelmasándose en mi garganta, haciéndole un nudo con su argamasa acolchonada y grumosa, con ese cansancio de lo habitual que tras acumularse puede provocar la indigestión y el vacío. El vacío de lo conocido y habitual. El vacío de la certidumbre que al mismo tiempo no sabemos qué nos deparará.
Los días están atascados y no bajan a pesar de que se contraigan los músculos encargados de esa digestión. Demasiada glucosa, recargada, reconcentrada. Los días no pasan, ya no los trago, tienen, de nuevo, gusto a vainilla. Odio la vainilla, es tan común y previsible, como los días.

lunes, 20 de octubre de 2008

Las oportunidades perdidas

Siempre que tomaba un helado se hacía un enchastre. Ese mal hábito le había quedado desde que tenía trece años y acostumbraba pedir banana split cuando iba a tomar helado con su amiga. Hacía años que no pedía más ese gusto... pero la crema alcanzaba siempre a derretirse y pegotearle las manos desde esa época. En el pequeño parquecito sentada en la baranda con el sol bien alto todavía, intentaba no mancharse.

Es medio empalagoso pero creo que el gusto de abajo está mejor.

Apoyaba su brazo en él que estaba parado a su lado. Mueca. Sí, no le había resultado del todo rico. Silencio. No necesitaba nada más para encontrarse cómoda... pensando en nada. El helado, el parque, el sol, la sombra, la baranda, su amigo, la gran ciudad lejos de su vida común.
Una paloma perseguía a otra con el cuello hinchado en un acto de cortejo primaveral.

Mirá

Le dijo. Ella prestó atención. El palomo seguía a su acompañante con un paso galante y atrevido. La hembra jugueteaba indecisa. Sonrieron ambos. Pasa un joven transeúnte en medio de las aves y le tira un cigarrillo encendido al macho quien inmediatamente retrotrae su garguero y retrocede. En unos segundos una distancia espantosa separó a las dos palomas... La oportunidad estaba estallada en mil pedazos, ya una imposibilidad, ya la ausencia, cada uno se olvidó del otro como si no hubiesen existido jamás en una continuidad espacio-temporal.

Siempre hay alguno que no coge ni deja coger...

Sentenció entre indignada y frustrada al mismo tiempo que pensaba que esa sería una excelente escena para una narración breve. Mientras un mechón de su cabello se revolvía en frente de sus ojos, pensó también si las oportunidades se pierden como los minutos que pasamos mirando la lluvia por la ventana, si no se recuperan como las monedas caídas de los bolsillos, si no vuelven porque son frágiles y mueren con la mínima perturbación o porque les encanta histeriquear a más no poder hasta que pierden el interés y se escapan, diluídas, en el tiempo. Siempre uno se queda con el vaso a medio llenar porque se le rompe la botella cuando intenta darle hasta el tope. Otra vez el timing y otra vez la ironía. No se dio ni entonces, ni ahora... ni nunca.
El gusto que estaba debajo resultó no ser tan dulce. Terminaron el helado en silencio. Luego se fueron por el lado contrario del que habían llegado.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Itinerario errante

Hay un laberinto entre mi corazón y mi mente...

Volver de Bahía y ver la luna amarilla como un gran plato de arroz con azafrán... me pregunto, los conejos que viven allá arriba comerán el arroz? El día que se estrelle lloverán miles y miles de granos. Pienso. Mejor no pienso más, me deprime pensar y más en la 319.
Volver y entrar a los albatros... uff, el micro hoy tardó más de lo previsto, pasó media hora tarde y yo que siento que llego tarde a todos lados o que no llego directamente. Lo mismo me pasa con los viajes, los sentimientos, las culpas, llegan a destiempo... no cuando yo quiero. Ayer llegó mi regreso, todavía no hay heridas pero ya las voy a sentir. Están acechando, las puedo escuchar murmurando detrás de las esquinas. Riéndose como niñas promiscuas. ¿Qué será de mí? Lo desconozco...
Volver y dormir casi 12 horas. Cursar, aguardar en vano y volver a dormir. ¿Dónde quedó la vida? ¿Sigue aquí? ¿Es inercia esto o puedo confiar en mis sentidos?
Volver a Punta Alta después de comprobar que soy algo más que un puntito insignificante...

No pensemos más.
Ni corazón.
Ni mente.
Ni laberinto.

martes, 14 de octubre de 2008

Cicuta. Líbido


Ya no me trates mal
Me está sangrando el cuerpo
Entiende por favor
Lo que yo estoy pidiendo
Voy buscando un lugar
Donde pueda descansar
Mira donde estoy

Escupes lo que soy
Me arrancas las entrañas
Perdone pero yo,
Sí vendería mi alma

Quiero que seas mi prostituta natural
Me dejaré rodar
Llévate mi sangre para jugar brindar

Voy buscando un lugar
Donde pueda descansar
Mira donde estoy

Quiero que seas mi prostituta natural
Me dejaré rodar
Llévate mi sangre para brindar

lunes, 13 de octubre de 2008

En esta habitación. Líbido



Tanto, tanto, tanto
Tiempo al tiempo
Tanto, tanto, tanto
Tiempo

Estoy sintiéndome solo
En este corazón
Silencios de odio
Estoy volviendo yo a verte
En esta solución
Momentos de agobio
Ohh

Tanto, tanto, tanto
Tiempo

Estoy cayendo en tu mente
En toda tu pasión
En esta tela de araña
Estoy rozando tu vientre
En mi imaginación
Deseos de hombre

Recuerdo tu nombre
En esta habitación
Tus labios, tus besos
Recuerdo tu nombre
En esta habitación
Tu cuerpo, tu anhelo

Recuerdo, recuerdo
En esta habitación
Tus labios, tus besos
Recuerdo tu nombre
En esta habitación
Tu cuerpo, tu anhelo

Tanto, tanto, tanto
Tiempo al tiempo
Tanto, tanto, tanto
Tiempo

Tanto, tanto, tanto
En esta habitación
Tanto, tanto, tanto
En esta habitación

94.Consideraciones sobre el pecado, el sufrimiento, la esperanza y el camino verdadero

Dos tareas del comienzo de la vida: reducir tu círculo cada vez más y comprobar una y otra vez si no te mantienes escondido fuera de tu círculo.

domingo, 12 de octubre de 2008

Ojos de ángel. Líbido


He visto que tienes
Los ojos de un angel
Que mira hacia el cielo buscando amor
He entrado a un lugar prohibido
Y no puedo salir
Si no es junto a ti

Aunque tengas
Tu dueño, yo seguiré en pie
Aunque duerman
Tus besos, sé que no descansaré

El tiempo ha arañado
Las mentes dormidas
Despiertan tus ansias
Sexo late*
Termina este infierno
Comienza este cielo
Todo un paraíso
Sólo de dos

Aunque tengas
Tu dueño, yo seguiré en pie
Aunque duerman
Tus besos, sé que no descansaré

Y aunque tengas
Y aunque tengas
Y aunque tengas

85.Consideraciones sobre el pecado, el sufrimiento, la esperanza y el camino verdadero

Fuimos creados para vivir en el Paraíso. El Paraíso está destinado a servirnos. Nuestro destino ha sido cambiado; no se dice que esto mismo haya ocurrido con el destino del Paraíso.

Desde exteriores


Saludos fiel lector que pasas diariamente (pffffffff jajajaja!!!)

Hoy desde Buenos Aires y desde la computadora de Lisandro. Todo bien por el momento, saldo muy positivo, ayer fui a las jornadas, hoy llueve. Lástima, quiero comprar libroooos!!!

emm relamente podría escribir bastante pero ahora como que no me da la imaginación ni las ganas (ni el teclado ayuda demasiado). Sólo quería comunicar que estoy aquí, viva, luego de haber vencido el miedo (en parte, no estoy tan superada). Extrañando? ni ahí... bueno, quizás sólo un poquitito.

sábado, 11 de octubre de 2008

Tres. Líbido


Hoy que empiezo a extrañar
Donde estarás
Hoy que busqué en tu lugar
Amiga no supe entender
Perdóname
Volveremos a intentar

Hoy que el tiempo nos cambió
Dónde andarás
Te necesito encontrar
Después, desaparecer
Tal vez lejos de mí
Sigo guardando el dolor

Ámame, miénteme, tócame
Piensa en mí
Extráñame, abrázame
Ahhhh...

Ahhhh
Ahhhh

Después de un día sin fin
Puedo morir
Dime perdí la razón
Oh, oh, oh, ohhhhh.....

Ámame, miénteme, tócame
piensa en mí
Extráñame, abrázame
ohhhh, ohhhh
Ámame, miénteme, tócame
Piensa en mí
Extráñame, abrázame
Ohhhh...

69.Consideraciones sobre el pecado, el sufrimiento, la esperanza y el camino verdadero

Hipotéticamente hay una completa posibilidad de felicidad: creer en lo eterno en uno mismo y no buscarlo.

viernes, 10 de octubre de 2008

Mal tiempo. Libido



Golpes en la pared
No me esperes más al anochecer
Lluvia que dejas caer
Sabes que nunca habrá un adiós

Otra vez, otra vez

Vientos que te aceleren
Aunque el tiempo pase
Algunas marcas quedan
Sueños que se ven romper
Con pasos solitarios
Vuelvo otra vez

Y buscarás un nuevo sol
Cuando las nubes se abran
No olvidarás todo
Lo que nos dijimos
Porque en tu sangre mis palabras
Llevarás contigo

80. Consideraciones sobre el pecado, el sufrimiento, la esperanza y el camino verdadero

La verdad es indivisible, entonces no puede reconocerse a sí misma; quien quiera reconocerla tiene que ser mentira.

jueves, 9 de octubre de 2008

Hembra. Libido


Hembra nunca es tarde para alcanzar los sueños.
siempre tuya, la eternidad.

Mientras no puedas hablar ni mostrar la verdad... siente
entrar y verte llorar... al verme
no ocultes mas tus sentimientos.

Ahora comprendo cual es tu sol
pretendo un encuentro en constelacin
te dejo la luna por si no estoy
y un cuarto menguante en seal de amor.

Malditos miedos trastornan, violentan tu voz... hiriente
entrar y verte llorar... al verme
No ocultes mas tus sentimientos
No ocultes mas tus sentimientos

Ahora comprendo cual es tu sol
pretendo un encuentro en constelacin
te dejo la luna por si no estoy
y un cuarto menguante en señal de amor

1. Consideraciones sobre el pecado, el sufrimiento, la esperanza y el camino verdadero.

El camino auténtico sigue sobre una cuerda que no está tensada en lo alto, sino muy cerca del suelo. Seguro que parece hacer tropezar más que ser andada.

martes, 7 de octubre de 2008

Instrucciones de uso II

-No tengo ganas de ir a la clase...
-Faltá, vamos a dar una vuelta.
-Ahhh (con remordimiento) no me lo digas dos veces.
Se acerca, me toma la rodilla y me dice despacito, casi al oído:
-Vamos a dar una vuelta.

Final del cuentito: Fui a cursar ¬¬

Como puede comprobarse... soy no sólo una idiota sino que rara vez hago lo que me viene en la reverenda gana. De todas formas, después de haberme estado castigando con el látigo toda la tarde y durante la clase (que zafó, dentro de todo) no llegué a otra conclusión más que no fuera esta: soy una idiota. Más allá de ser una idiota, como el grato lector debe saber bien, a partir del jueves a la noche y hasta el martes estaré ausente de mi silla frente a la compu debido a mi incipiente viaje. Éste, a pesar de todo, es realidzado por primera vez puramente porque tenía el anotjo (más allá de que la jornada sea una excelente excusa) no sin antes sentirme completamente culpable de que voy a estar faltando a mis obligaciones estudiantiles. Cargo de consciencia aparte, para que no me extrañen demasiado haré como la otra vez, o sea, estoy programando una entrada (que quizás se convierta en dos) por día. La temática, como siempre, rondará en la música. Sin embargo, los temas responden solamente a mi antojo de escuchar mucho Líbido; serán canciones de Líbido, pues. Estarán acompañadas por alguna foto mía pseudo artística o algo así, espero que quede y/o que se entienda la intencionalidad. Sea entonces esta selección breve de temas de esta gran banda peruana para ustedes y si no resulta de su agrado sea entonces sólo para mí.
Como es debido, estarán estas entradas etiquetadas correspondientemente.
Tal vez también se publiquen pequeñas citas de Kafka ya que lo pensé cuando estaba leyendo Meditaciones y me pareció una buena idea.
Me despido entonces de todos ustedes, deseándoles suerte y que no me extrañen demasiado en mi ausencia puesto que será corta. Saludazos.

Irene

Pd: Me gustaría suspirar eternamente puesto que desde que nací vengo conteniendo la respiración.

sábado, 4 de octubre de 2008

BUENOS AIRES

Y la ciudad ahora es como un plano
de mis humillaciones y fracasos;
desde esa puerta he visto los ocasos
y ante ese mármol he aguardado en vano.
Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
me han deparado los comunes casos
de toda suerte humana; aquí mis pasos
urden su incalculable laberinto.
Aquí la tarde cenicienta espera
el fruto que le debe la mañana;
aquí mi sombra en la no menos vana sombra final se perderá, ligera.
No nos une el amor sino el espanto;
será por eso que la quiero tanto.
Es tan raro, todo tan raro, a veces. Me encuentro de vez en cuando pensando en mis recuerdos con nostalgia y ternura. Todos mis últimos viajes están atravesados por un deseo interno e irrefrenable de búsqueda, de definición, de identidad. Por eso que al volver, ante una realidad tan desparpajada y harapienta me resistía, lágrimas en los ojos mediantes, a abrazarla y reconciliarme con ella. Por más carenciada que ésta fuera, es mi vida y mal que mal así hay que aceptarla, como lo único propio que tiene uno en este mundo; lo único de lo que no se puede dudar, así como no se duda de que se sufre (y mucho a veces).
Entonces también es raro volver sobre los pasos y mirar desde otra perspectiva, la que te da el tiempo. A finales de marzo sólo me importaba escapar. Huir, rápido, sin mirar atrás, sin sentir, dejar de exponer mis huesos vivos al sol y a la lluvia. Siento mucho el hecho de que Luciana está agradecida porque la acompañé y yo sólo lo hice por causas completamente egoístas. Mochilas a los hombros, pasaje de micro, salimos de Punta Alta, por la ventanilla nuestros padres y al día siguiente las luces matutinas de la gran Ciudad.
Es tan extraño volver. Volver con otra disposición de ánimo y completamente sola. Escapando esta vez, quizás también. Sólo que no estoy muy segura de qué ahora, hoy. ¿Busco algo? No ¿Tengo miedo? Sí, mucho. ¿Expectativas? Sólo un puñadito. ¿Qué excusas me inventaré ahora para volver a mi vida, cuando tenga que regresar?...

Capaz que siempre fui obsesiva. Capaz aquí habría que poner un signo de pregunta. Capaz que acá también, o sea, hipotéticamente debería ser: "¿capaz que siempre fui obsesiva? ¿capaz que aquí habría que poner un signo de pregunta?". De todas formas hay demasiados capaces pero no sólo en la oración. Bueno, bueno, ¿me estaré yendo de tema?

El punto de todo esto era porque me vuelvo a ir. Y la verdad que no será lo mismo nisiquiera por casualidad. Cuando volví de mi primer viaje surgió este espacio.
¿Qué objeto tenía este blog?
Nunca me lo definí bien. Surgió simplemente -y necesariamente- como catarsis. Luego fue mutando como mis estados de ánimo, como mis evoluciones o involuciones mentales.
Todo hasta llegar a este punto.
Este punto en el que digo: "...¿y?..."
...
Sí, siento que estoy en un momento en el que me tengo que calzar los zapatos y salir de la cama, ponerme el saco y abrir la puerta.
"...¿y?..."
seguiría preguntándome
"Y... sí, yo soy esta que está acá, con todo lo que ello implica, ni más ni menos".
Como todo, da miedo pero es hora de que dejes, pequeña Irene, a esa niña al resguardo en tu casa y salgas ya del cascarón. ¿Qué estás esperando? Mirá que el mundo no es paciente.
¿Será la vida una ilusión o sólo mis proyectos, mis castillos, son los aéreos? Nah, basta de futilidades. Parto a Buenos Aires, siendo lo que tenga que ser. Mi destino sólo lo sabe Dios; he de obrar y luego ser feliz, ser útil, o ser... simplemente, ser.

viernes, 3 de octubre de 2008

Me hubiera encantado haber sido infeliz con vos.
Haber tenido que escaparme de casa para no verte,
haber tenido que inventar trabajos inexistentes
para pasar el tiempo alejada de nosotros.
Me hubiera encantado haber descubierto
que no éramos el uno para el otro,
que tus múltiples neurosis y mis exagerados malhumores
eran incompatibles completamente
y obviamente no podían llevarse bien nunca.
Hubiera estado buenísimo saber
que eras un paranoico celoso que coartaba mi libertad
y que vos te enteraras
que mis delicadas maneras tenderían a la controlación asfixiante.
No niego que no desearía haber comprobado
que nuestras peleas hubiesen sido completamente destructivas,
que tu inseguridad y la mía nos irían apartando
hasta alcanzar a ser dos desconocidos
hablando en realidades distintas.
Cómo habría anhelado encontrarme
en esta relación completamente disfuncional
sólo para comprobar que no somos ideales,
confirmar esas sospechas de la razón
y destruir por completo a ese estúpido, testarudo corazón
que se empeña en anhelar lo imposible...