sábado, 7 de abril de 2018

¡Qué problema que tengo para dejar ir las cosas!
Imaginate, hace ya diez años que tengo este blog y ya casi ni publico, y, sin embargo, no lo cierro. Vuelvo todos los días a ver lo que publiqué años anteriores de Facebook. Y, el colmo, no logro decidir qué hacer con el Facebook de mamá. A veces no sé si publicar en homenaje, recordar cosas de ella o decirles a los que la saludan para el cumpleaños que partió a un lugar donde Mark Zuckerberg todavía no tiene alcance... (sí, eso fue insensible, lo sé, ya saben cómo es de negro mi humor).
Me resulta un esfuerzo constante no preocuparme por las cosas... o no sobrepreocuparme. Después de una semana de dormir mal porque tenía entre mis manos una situación que no podía resolver por mis medios. Qué se yo, no sé.
Y ahora me cuesta dejar la compu, para irme a dormir. Quizás retome el espacio, sería otra forma adicional de no dejar ir la escritura.