jueves, 1 de marzo de 2012

Antirrutina

Estoy un tanto frustrada con el día de hoy. Se supone que una rutina es una sucesión de días en los que se realiza más o menos lo mismo a razón de un esquema previsto, un plan, un modo de vida, una filosofía, una religión. También se supone que las rutinas son aburridas, cansan, agotan, automatizan, contracturan, estresan y deprimen. Si es por eso, debería considerarme una persona afortunada, puesto que no recuerdo haber tenido dos semanas o dos días iguales en mucho tiempo. Y sin embrago estoy frustrada porque mi antirrutina hizo que mi vida no me ofrezca una coherencia. Y si pienso en el hilo conductor de mis motivaciones, que sería, supongo, terminar mi estudio, más entro en pánico al ver que estos 8 finales + tesis son como el espiral de un caracol de mar dentro del Océano Pacífico. A veces pienso que ese caracol pueda estar el el Mar de la Serenidad, otras veces, fuera de esta galaxia. Bueno, pueda ser que esta frustración se deba a la charla de ayer con la profesora "L" que siempre consigue hacerme preguntar si tiene algún sentido seguir recorriendo las vueltas del caracol. Puede, también, que esta frustración esté siendo la constante de mis días nuevamente. Irónico, una cuasi rutina dentro de la antirrutina. Y así vuelvo a caer en el consuelo de la cama.