Obviamente no todo el año es uniforme y no todo lo que tuvo este año fue bueno. Sin embargo, a la hora de hacer un balance debo decir que fueron más cosas positivas que negativas con las que me he encontrado. Sostengo siempre que el cambio no es ni bueno ni malo pero a veces es necesario y muy doloroso. Siempre se aprende, a veces el dolor te enseña más que la tranquilidad y esto me quedó bien en claro después de todos estos meses.
Comenzamos entonces con enero. Para la gente que me conoce y tuvo contacto últimamente conmigo sabe que fue un mes jodido para mí. Rompí viejos moldes y me encontré en el medio de la nada después de mucho tiempo. En fin, a reconstruir se ha dicho.
Estas fotos son, las primeras de las vacaciones en Las Grutas, lugar al que fui con mi queridísima mejor amiga Luciana, su hermana Daniela -la carpa celestial-, Cintia, Lorena y Mariela.
Este día hacía frío y nos tomamos un submarino en una confitería en la que me olvidé mi preciosa esterilla. Luciana insisitía en que se quería hacer la turista italiana. Resultado de su insistencia: quedamos en el intento.
Fotos con perspectiva. Si habrán abundado en este viaje. Véase la progresión del color de mi piel al paso de las fotos.
La del indio. Luciana se tentó y no alcancé a ver si la tenía de madera, de caña o simplemente había decidido incursionar por los rumbos del travestismo y no la tenía.
La del indio. Luciana se tentó y no alcancé a ver si la tenía de madera, de caña o simplemente había decidido incursionar por los rumbos del travestismo y no la tenía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario