viernes, 4 de julio de 2008

Discapacidades

Bahía Blanca, charla sobre la discapacidad y las relaciones familiares.
Lugar: primer piso de la municipalidad. ¿Ascensores? ninguno. ¿Rampas? No.
Me perdí en un momento...
¿Cómo es que van a hacer para subir las personas que están en silla de ruedas? ¿O las que están en muletas?
Repasemos... charla sobre la discapacidad...
Parecería alguna especie de burla despiadada.
Obvio que se armó quilombo, canal nueve siempre estando ahí, nota del mediodía, de pedo la engancho porque mi padre se empeña en prender el televisor a todo volumen (no nació en la era tecnológica pero sin su pantalla sería el más infeliz de los hombres).
En un país donde parecería que todo se empieza a hacer de atrás para adelante me pregunto si ciertas conductas o vicios no son una especie de discapacidad social o mental y aquella gente que parece más sana es la que más adolece de sentido común.
Rosana es una mujer en silla de ruedas prácticamente paralizada y con movimiento parcial de la parte superior de su cuerpo. Depende para hacer casi todo de una empleada. Estudia Licenciatura en Letras y tuve el GRANDÍSIMO HONOR de conocerla, de preparar materias con ella, de compartir momentos y charlas absolutamente reconfortantes. No sólo no le importó su discapacidad a la hora de estudiar sino que venció también el prejuicio de empezar una carrera siendo adulta. Desde donde se la mire es una persona a la que Dios le dio limones y decidió hacer lemoncello. Como anotación aparte, me gustaría tener la inteligencia que tiene porque es remarcable. Cuán mayor es su mérito y cuánto más la admiro a otra gente que está "entera" físicamente. Es más, me resulta imposible verla como alguien incompleto y tratarla distinto de una amiga.
Sé que todo esto suena mucho a un lugar común pero no puedo dejar de pensar que hayan tantos defectos que no se consideren como discapacidades y sin embargo representan un problema muchísimo más grave para las estructuras sociales que aquellos hombres y mujeres que están limitados por su físico.
No es cuestión de asignar valores; nadie vale más o menos que otra persona. Sin embargo, ¿no es más peligroso para nuestra sociedad alguien con estrechez de miramientos? Alguien que no puede ver más allá de lo que le muestran ¿no está discapacitado mentalmente en cierto sentido? ¿Esta falta de perspectivas y horizontes no se vino acentuando cada vez más con el sistema educativo? Y ya me desvío del tema, pero me parece altamente alarmante la pecorización (permítaseme esta palabra inventada) de sectores cada vez más amplios de la población desde todos los dispositivos tanto mediáticos como gubernamentales. El analfabetismo no está en una cifra alarmante pero realmente me pregunto si todos los que saben leer comprenden lo que está escrito.
Por un lado tenemos la ignorancia popular cada vez más acentuada y creciente. Por el otro, los defectos de personalidad. Por ejemplo, la incapacidad para asumir responsabilidades. El típico "yo no tengo la culpa sino todo el resto del mundo". A la Argentina le va mal, pero yo me porto bien, son los políticos. Y si todos roban yo solamente me quedé con unas miñangas. Fulanito no hace nada, no se la agarren conmigo que hago más que Fulanito. Todos tiran la piedra y nadie se hace cargo, las manos a la espalda. ¿Será falta de madurez? ¿Qué nos falta para un análisis de conciencia y decir humilde pero con la mirada en alto Yo me equivoqué? Gesto lleno de dignidad. Pero todos prefieren hacerse los mártires, Jesucristos crucificados. Ojalá nunca me convierta en una de estas criaturas, incapaces de ver que estám matando a su verdugo mientras derraman lágrimas de sangre.
Y nos quedamos sin charla, no se pudo acceder.
Los últimos serán los primeros.

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