Bien, bien, machos, no se pongan en remilgosos, el olor a pata es universal a pesar de calzar 35 como esta servidora y, en mi defensa, raras veces lo tengo.
A continuación, fotos de mis pies en suelo norteño.
Mi pie derecho en las ruinas de Quilmes. Noten la brillantez de la mugre en mi zapatilla negra.
Mis pies en Tilcara. Arriba a la izquierda se puede notar un gargajo que no planeaba salir en la foto pero finalmente se hizo amigo. La procedencia del esputo, por tamaño y forma de impacto, puede que no sea local sino, quizás bonaerense.
Mis pies en Cafayate. Raro que no salí en cuatro patas después del helado de vino y la degustación del torrontés, del malbec y del cabernet.
Mis pies en la Quebrada de Humahuaca. Se puede apreciar que me puse chueca a propósito y el pullover peludito que todo el mundo me preguntaba si me lo había comprado ahí siendo que el primer día viajé con él...
Mi pie y el de mi madre en la casa de gobierno de Jujuy. Noten lo discreto de mi media en comparación con la de mi mamá. Yo le llamo, media Picasso. Aunque ahora está un tanto hecha sorete... quizás debiera llamarla Guernica. Las zapatillas son muy similares con la diferencia de que ella se las compró después que yo... copiona ¬¬.
El pie de una estatua de Lola Mora. Sí, señoras y señores, el norte está lleno de estatuas de esta gran escultora que me hace recordar a la puta fuente y por ende a la puta Universidad del Sur.
El pie de una estatua de Lola Mora. Sí, señoras y señores, el norte está lleno de estatuas de esta gran escultora que me hace recordar a la puta fuente y por ende a la puta Universidad del Sur.
Mi pie en altura. Sobre un puente a 23 metros del suelo y sin baranda camino a San Antonio de los Cobres... A uno se le cayó la cámara... por suerte no fue a parar abajo sino que quedó en las vías.
Pies invitados en sentido horario: Sebastián, Juan Pablo y Mariano. Yo tenía botas (estos chicos son demasiado altos!!). Tucumán, en el hotel.
2 comentarios:
Bueno, yo calzo 47, de todos modos te garantizo que mantengo los olores al mínimo no-imponible (ahora que está de moda el impuesto a las ganancias)
tu micropie me tiene podrida
peeero te quieeero
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