Y recién es abril...

Hoy no iba a haber entrada pero el reputísimo frío que está haciendo me obliga a un par de reflexiones. Hace unos días hablando con un amigo del norte de nuestro país (o leyéndolo, más bien, dada la magia del internet y de San Messenger) me escribe:
El calor no se disfruta, se soporta
A lo que agrego yo:
Y el frío se sufre...
Ya está, olvidate del mate en el parque, de la caminata para tomar el cada vez más escaso sol que hay y de la ropa cómoda.
Ahora la humedad fría, los días cortos y la lana que pica, las manos cuarteadas, los vaporcitos cdo hablás entre una laaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarga
lista de disconformidades.
Qué tema tan trivial, es cierto, es la peor boludez sobre la que se habla, el clima, la conversación de relleno más pajera si las hay... pero necesitaba el desahogo! ¿Por qué? recién es abril y me espera hasta septiembre y quizás octubre, un largo año de estado vegetativo al lado de la única estufa que está funcionando en mi casa que da a mi pieza con tremendo ventanal al SUR (yo no sé a quién se le ocurre... encima tenía un calefactor antes y tpco sé de quién fue la brillante idea de sacarlo, ah! si! de mi madre, mami te quiero). Salir se convierte en una hazaña prácticamente y más si tenés que volver en la 319 a las 7 de la mañana un sábado/domingo. No contemos las enfermedades a las k les tengo una extraña propensión dado que el estrés me baja las defensas y etc.
¿Tengo motivos para celebrar el invierno?
Veamos:
1.encerrada todos estos meses con mi madre y hermano y sus tremendos malhumores sin contar los de mi viejo pero que son menos histéricos y más caracúlicos.
2.probables enfermedades que me dejen en la cama no sé... 1semana con suerte?
3.escasas posibilidades de salir los fines de semana por el consiguiente sufrimiento que esto acarrea.
4.Y recién es abril, la reputísima madre que lo parió, ¡qué frío!
Sepan ustedes perdonar, mañana será otro día.