Te aferraste a él siendo que estaba todo torcido y rasposo. Te aferraste, te aferraste, qué manera de aferrarte. Te lastimó las manos pero no te importó, seguiste aferrada. Te lastima, te sangran los dedos y las uñas. Tu vida es un cúmulo de clavos oxidados... imposibles de dejar y abandonar. Amor, trabajo, familia, clavos, clavos y más clavos. Incluso cuando tenés la oportunidad de pisar tierra firme y lo hacés, mirás para arriba a esos clavitos que quedaron naranjitas y chuecos y te preguntás qué habrá pasado y por qué se pusieron así. Clavos, clavos y más clavos, todo en tu vida es un clavo que por alguna razón extraña y retorcida no querés dejar en paz. ¿Te encanta la repetición? El clavo está oxidado Ire, ya es tiempo de dejarlo ahí.
con esto cierro la serie de los clavos
espero que para siempre
post scriptum: entrada ajena al mes temático pero a algunos temas les urge la conclusión necesaria.
Alarmante Resultado del Censo y Limpieza en la Reserva Natural Costera
Bahía Blanca - Paseo Costero
-
Los beneficios socio-económicos generados por las reservas naturales son
muy importantes. En la zona se han realizado varios intentos de juntar la
socied...
Hace 6 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario