jueves, 11 de febrero de 2010

El amor del puercoespín

Te miro te miro te miro te miro te miro te miro...
y no te puedo tocar.
Mi tendencia a enamorarme de puercoespines
me hace creer que me gusta ser sádica
o que no aprendo más.
Sin recordar que yo también
tengo mis espinas...
por eso no me acerco.
Tu contacto me tienta
pero soy demasiado cobarde
como para vivir con las consecuencias
de tantas heridas.
Por eso te miro
te miro y te miro sin dejar de preguntarme
por qué al final sólo soy yo
la que terminará lastimada.

No hay comentarios: