viernes, 31 de octubre de 2008

Clavito II

Viernes 0.32 hs, tarde, cansada, cansadísima y vuelvo sobre mis pasos una y otra y otra vez. Qué lindo pienso qué lindo y requeterrelindo estar tan loca, tan completamente transtornada que no podés pisar el piso en paz sin sentir que estás haciendo algo, que estás existiendo con todo lo que eso implica: el stress, los padres, la vida. LA VIDA! la vida cómo pesa, cómo pasa y uno la y la y se pregunta si esto es vida o si lo otro es vida o si todo esto todo junto es vida y de ser así por qué ninguno se para a avisarte que esas suposiciones que tenés son verdaderas... más no sea el vendedor de panchos; te comés un pancho mientras...
Así que ésta era la vida
Sí, sí, vio qué cosas
Pero tuteame che
Bueno, querés con ketchup?
Sí, ketchup, ketchup es una buenísima idea. Porque es rojo, como la sangre. Rojo, color interesante, todo lo rojo es vida y muerte. Pero la vida, la vida, esa vida que te quedaste contemplando mientras te terminabas ese tremendo pancho carioca.
Usted cree que refresará?
Abandonás toda expectativa de que te tutee.
Se... qué se yo. Cómo sabés que ésta es la vida?
Si esta no es la vida no sé qué hacemos acá.
Capaz que somos las segundas partes.
Sí, segundas partes, como en una película. Lo peor es nada, la continuación que se espera que esté máaaaaaaas o menos parecida al original que fue tremeeeeeendo, rimbombaaaaaante y todas las multiplicaciones de vocales habidas y por haber. Segundas partes, el plan B, como la canción de Masacre.
Pero me gusta más la versión de Catupecu
No será un grupo muy comercial?
No sé, ni idea, no me interesa, me gusta, lo escucho, punto, no le doy más vueltas de rosca. Como todo, uno debe dejar de pensar en un momento para empezar a sentir... supongo. Pero no quiero irme de acá, acá se está bien, larga un lindo calorcito el carrito aunque con un tufo a cominda medio insoportable. Me pregunto si algún día pudiera existir la comida sin olor y si ésta por ende saliera tan rica como la que sí tiene olor. Divagación vana, basta, volvamos al pancho, a la sangre, al símbolo fálico que te estás introduciendo por la boca para masticar.
Por qué lo mira con desconfianza? está bueno! trabajo mercadería fresca.
No, me detuve a pensar en lo tremendamente familiar que se me hace este pancho a una poronga... el símbolo fálico está en todos lados, me tienen podrida los hombres y sus superdemostraciones hipermasculinizantes de que ellos dominan el mundo... al fin y al cabo a quién le calienta si nos vamos a morir todos? Mientras seguimos masticando penes y penes y más penes, en todo, en la comida, con la vista, con las palabras.
Veo que usted está un poco susceptible...
Ese es un comentario machista.
Machista a más no poder. Hiperultrarrecalcitrantemente machista. Qué mierda me calientan a mí los hombres y sus boludeces? Al final todo queda así y una paga los platos rotos. Intento hacerme la mujer recia, dura, comehombres... DE DÓNDE IRENE LA REPUTA MADRE si sos una pichi, ni idea tenés de la vida, menos vas a tener de las vergas y de todo lo que éstas traen pegado por detrás. Superada, qué triste que suena esa palabra en los labios de la negación. Vamos terminá tu puto pancho y andate de ahí, no ves que ya tenés olor a comida? Olor a como si hubieras estado cocinando con la grasa más rancia? Y sólo a vos se te ocurre comer en esos carritos. La poca salubridad creo, en este momento, es el menor de tus problemas... tu otro gran problema es tu vida y que ahora al fin que te dijeron dónde quedaba te da miedo ir para allá e ir sola porque pensás que capaz que te perdés. El calor del puestito y la luz te dan paja, sí, mucha paja. Como toda esta conversación y todo este divague sólo logra ponerte de un humor de mierda. Al final, si para qué, sólo somos siempre segundas partes.
Muy rico su pancho señor.
Chau querida, volvé cuando quieras
Al final te tuteó cuando vos lo trataste de usted. Y caminando con tu bolsito las seis cuadras hasta tu casa, de noche, no hay nadie, tas cagada pero sabés que es normal, sabés que es cualquiera estar cagada. No nos caguemos che, mirá qué linda noche, y Punta Alta es la mejor ciudad del país. Lástima que nací acá che. Qué mala suerte la mía últimamente, nada me sale bien...

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