jueves, 2 de diciembre de 2010

Rammstein versionado II

Versión propia:

El mismo día de haber tenido un sueño rarísimo hablo con mi amigo Juan Pablo

Yo: No sabés lo raro que fue, soñé que estaba en un recital de Rammstein que no empezaba y no empezaba, en un momento me despierto y con bronca me vuelvo a dormir haciendo fuerza para soñar lo mismo. Re loco, efectivamente continué el sueño a pesar de la interrupción pero a pesar de mis esfuerzos, el recital no empezó tampoco después; me desperté definitivamente con los primeros acordes de Mein Tail. ¿Qué opinás?

JP: Que tenés unas ganas locas de ir a verlos ahora cuando vienen en noviembre

Y así me enteré de que venían. Pero los sueños no se detuvieron ahí. Tuve uno más de características similares y otro en el que soñaba que Flake era conductor de la 319 y me preguntaba si quería ir a Bahía (no coments). Yo creo que estos flacos deben haber descubierto la forma de hacer propaganda mediante el sueño porque con el tercero me terminé de decidir. Después de eso no soñé más (bueno, hasta el pasado lunes pero creo que es porque ahora van a empezar a publicitar su nuevo álbum. Jojo, no saben que yo lo bajo).
En agosto fui a Baires pero no me animé a comprar las entradas con tanta anticipación más que nada porque tampoco estaba 100% decidida y temía que se echaran para atrás y no vinieran y yo con la entrada como boluda. Puse como fecha septiembre, me parecía más razonable. Entonces nos dispusimos con Marito a averiguar cómo podíamos hacer para adquirir las susodichas entradas desde el interior. Eso nos llevó un tiempo, más que nada porque ninguno de nosotros contaba con tarjeta de crédito. Echamos mano a los recursos que disponíamos y conseguimos que Leandro, el 16 de septiembre, se escapara hasta Ticketek y nos comprara en platea sur, arriba de la popular, luego le depositamos la plata.
Bueno, digamos que de septiembre a noviembre hay muchos días. Sí, hay muchos días. Pero las entradas estaban, sólo nos quedaba ocuparnos de lo demás más sobre la fecha. El año fue pasando leeento y agotador por lo que mi cabeza se mantuvo ocupada en las 1354458 cosas extras que tenía que hacer en vez de estar pendiente del recital. Llegó noviembre, pasó la mitad, compramos los pasajes, reservamos el hostel y el viernes 26/11 a las 21.50hs nos embarcamos en el bondi rumbo a Buenos Aires.
Primera vez para mi hermano, por suerte yo ya iba más o menos acostumbrada a los movimientos, viajes y caminos de subte y etc. Mario estuvo paranoico el 95% del viaje lo que me hizo sentir que casi estaba yendo a un recital con mi mamá.
Almorzamos con Leandro (que no llegaba más!) y nos dio las entradas. No sólo eso sino que también nos acompañó a la parada de micro, nos indicó dónde bajarnos y nos esperó a que lo tomáramos. Mejor imposible. Mi segundo viaje en micro en capital... demás está decir que el cole me pone muy nerviosa. Soy más propensa a perderme. Por suerte iban otros tantos como nosotros con remeras y cuando fue el momento nos bajamos todos juntos.
Estadio, señor dónde es para platea? esa fila de allá toda relarga, ah, ok. La fila, efectivamente no terminaba más, tenía la longitud de tres cuadras, sin nombrar que en un momento se mezclaba con la fila del campo en la cual, equivocadamente nos pusimos. Por suerte nos dimos cuenta bastante enseguida y corregimos el error. Eran las 17hs. La espera nos hizo ver a personas de toda clase y calaña, realmente muy extraños todos. Creo que fue la primera vez en mi vida que me sentí TAN normal. Empezamos a avanzar cerca de las 19hs e ingresamos, finalmente, luego del cateo preventivo.
¡Mamá, mamá, encogieron el escenario!
Si, se veía muy pero muy lejos.
Nos sentamos un rato y no pasaron diez minutos que a Mario lo cagó una paloma en el brazo

Dicen que es buena suerte

Si, andá que te cague vos la concha de tu hermana

Si, está bien, me lo merecía, además porque me reí mucho de él en su cara. Un flaco que estaba ahí cerca le dijo lo mismo y él se sonrió (Ah! por qué no le decís lo mismo que me dijiste a mí?).
19 y algo, qué se yo la hora, banda soporte. Una minita que gritaba como si la estuvieran desollando viva. Puta che, para teloneros de RAMMSTEIN, pongan algo decente. Encima el sonido era pésimo y casi nadie los conocía. Tocan pocos temas (por suerte) y se van. Más espera en la que variamos de posición infinitas veces. Mi hermano comienza a ponerse denso porque, como los chicos, estaba aburrido. Finalmente los preparativos, ponen un telón... se huele en el aire el comienzo... qué expectativa! qué nerviooooos!!!!! Pero siguen sin empezar. Algunos acordes como prueba de sonido, pero nada más, sólo la espera.
Aburrimiento peligroso, ya que los de la popular fuerzan las vayas y alrededor de 100 personas se pasan al campo que estaba vacío en un tercio. Calentura, vayan a trabajar putos! yo pagué más la reconcha tuya! Si, frases todas mías... pero bueno, estaba enojada porque me rompí el culo para poder estar ahí y verlos chiquitiiiiiiitos, no era justo. Arreglan el problema, mejor, porque sino se iba a armar.
Noséyaaquehoraperoalrededordelas21 se empiezan a escuchar los primeros acordes de Rammlied... me palpita el corazón fuerte, mis piernas empiezan a saltar solitas. Cae el telón negro y una enorme bandera de Alemania queda en su lugar y a su vez cae mostrándonos el escenario y la banda. No pude ser más feliz en ese momento a no ser que estuviera yo misma arriba del escenario. Descontrol, cabeceos, celulares encendidos... era un hermoso paisaje desde donde yo estaba. Se sentía la emoción, el formar parte de un algo, la suspensión del tiempo y el espacio. Grité y canté como loca, lamento no haberme quedado sin voz. Al tercer tema se interrumpe el recital, se apaga todo ¿Qué pasó? En ese momento dieron una explicación medio incompleta y medio extraña de alguien desmayado. Por supuesto, dije "acá palmó uno de la banda" Marito ni corto ni perezoso "Debe haber sido Flake, es tan flaquito y debe estar pasado de merca". Seguimos intrigados como por diez o quince minutos hasta que se retomó desde donde habían dejado.
No puedo describir todas y cada una de las canciones, sería demasiado y además, el suplemento Si! lo hizo mejor que yo. Sólo puedo decir que tuvo gusto a poco, como todo lo bueno.
A la salida nos encontramos con Ulises que nos hizo la recontra gamba y gracias a él pudimos tomarnos un bondi hasta capital. Imaginen el caos en Avellaneda con 30.000 personas saliendo del estadio. Llegamos a capital a las 2 de la mañana, yo exánime me acosté y me dormí. No soñé nada, creo que no hizo falta. Me desperté sola al día siguiente coreando Rammlied, Mein Teil, B**********, Pussy, feliz.

Epílogo: El domingo a la mañana en capital fue como un mar en calma casi. Ya no se veían las miles de remeras deambulando por la nueve de julio y casi que el concierto había quedado como un recuerdo de un pasado mejor. Desayunamos frente al obelisco recordando a aquella familia de padre, madre e hijo, todos con las remeras negras y la R y la cruz en rojo. En el recital abundó la gente grande y los chicos de entre 10 y 13 años. Sólo nos quedaba el merchandising que yo compraba casi automáticamente como si estuviera comprando tomates... era más fuerte que yo.
La euforia me siguió (y me sigue hasta hoy jueves) y lamenté mucho tener que sacarme las remeras para ir a trabajar. El día de mi cumpleaños, martes, fue tan insignificante al lado del fin de semana... pero debo decir, nunca mejor regalo de cumpleaños. Si lo intento superar el año que viene voy a tener que, no sé... casarme con Cristoph Schneider, o algo así.

1 comentario:

ModoDios dijo...

xD posta me nombraste xD sigo pensando que los especimenes mas extraños fueron las dos chicas en la parada del bondi (a 10 cuadras del recital, no podian ser fanaticas) dandose besos entre ellas xD