viernes, 10 de septiembre de 2010

De Coldplay a Rammstein en 24 meses

Uno crece, se vuelve viejo, empieza la universidad, se preocupa de otras cosas... cambia. Uno se va adaptando gradualmente al proceso de vivir y va desarrollando distintas estrategias para granjearse la infancia, la adolescencia, la adultez, etc. Es imposible que uno sea siempre el mismo, es imposible que a uno siempre le caiga algo de la misma manera o le guste siempre lo mismo o con la misma intensidad. Sobre todo si uno es un poco inconstante, de atención dispersa y vuele de un lado para el otro.
Si tuviera que definirme... no podría hacerlo. Sé que hubo un tiempo (del cual casi no me acuerdo) en el que todo era simple pero se esfumó con la adolescencia. Me cuesta cada vez más sintetizar en una sola palabra, las experiencias, las vivencias, las emociones. Ni hablar de los gustos; cada vez son más diversos y abarcativos.
Creo, no obstante, que puedo marcar un recorrido un tanto irregular del 2008 hasta ahora. Y creo también que estoy en un punto completamente opuesto y extremo al que jamás pensé que iba a llegar. Soy más independiente, activa, curiosa, autosuficiente, distante, cínica e irónica. Básicamente me he autoinventado esta invulnerabilidad frente a los demás

Me heriste? No importa, mirá qué poco te demuestro que me dio por las pelotas

Querés seguir haciendo lo que se te canta? mirá cómo me da igual y si puedo me busco un reemplazo

Querés que te diga lo políticamente correcto? No, soy pragmática, basta de idealismos, las cosas son como son y ya no las intento cambiar

Por supuesto que es mucho más reconfortante esta nueva actitud que vivir deprimida durante temporadas enteras. Por supuesto que demuestro mucho más carácter y actitud (cosas que nunca pensé tener) que antes. Por supuesto que me río mucho más de mí y de mis desgracias. Y sin embargo, evito la angustia pero tampoco soy feliz. La locura revienta por otro lado.
Y por eso, podría decirse que en el 2008 encontrarías en mi mp3 álbumes enteros de Keane y Coldplay y que ahora sólo escucho Rammstein. Pareciera que esto se dará en otra entrada, sobre los extremos y mi constante inhabilidad para encontrar un justo medio. Será que soy así... será que cambia el contenido, mas no las formas.

No hay comentarios: