jueves, 17 de junio de 2010

Notas

Teníamos todas las razones para ser rebeldes... aunque fuimos rebeldes por las razones equivocadas. Al final de ese año decidí poner un punto final a mis escritos ya que me había autoproclamado cronista sólo para no formar parte de una acción que me parecía, en el mejor de los casos, pretensiosa... pero que aún así, quería mirar. Sin embargo, como todos sabemos o intuímos, las cercanías hacen borrar la distancia del papel y uno termina volviéndose objeto de su pluma. Nos la creímos, sí. Por mucho tiempo, estuvimos convencidos de que éramos artistas. Y el sostener esa fantasía nos llevó a sinsentidos extremos que no pudieron ser sostenidos por mucho tiempo.
En estas notas sueltas está todo nuestro mundo. Aquí las abandono para que nuestro esfuerzo, por más ilógico que resulte, al menos quede como constancia en algún lado.

1 comentario:

Sr. Olvido dijo...

Solo nos queda eso?, esperar que la moneda toque el suelo y saber que no somos loq ue pensamos ser...duro, pero muy cierto.