lunes, 12 de enero de 2009

Im-paciente

Patiens, patientis viene de la palabra patientia, patientiae y significa como todos nos debemos estar imaginando... paciente. Realmente no sé con seguridad si tiene la misma raíz que esperar > especto, as, are... pero debería tener quizás algún antepasado en común. El enfermo espera y debe ser paciente, esto es, calmo, quieto, sereno (o dopado), maleable y siempre bien predispuesto. De aquí ya se trama el abuso etimológico que desemboca luego en el abuso empírico de la persona per se por parte de cualquier personal encargado de su pobre salud. Entonces el triste paciente espera y debe dejar ultrajarse, demorarse en esperas largas y a veces inútiles. Todo con la mejor cara y el más alto grado de resignación mientras ojea las revistas del consultorio.
Para alguien que se lo pasa enferma la mayoría del año como yo la resignación ya forma parte de mi vida cotidiana. ¿Paso 2 horas esperando a la endocrinóloga una vez cada 2 meses? No importa ¿Los minutos se van como tiro en las colas burocráticas del hospital? Y bueno, qué le vas a hacer. ¿Hacen paro en el hospital y no te operan luego de haberte internado y dopado? Así son las cosas flaca. Mientras, la reprogramación, otra hora más de mi vida en los pasillos del hospital, sigue la huelga, bla bla bla, yo qué sé. Coronémosla con la otra muela de juicio... que me está entrando a romper las pelotas de nuevo. Así se pasó diciembre y así se pasará enero yendo de un lado para el otro.
La factura de los celulares llegó cada una con 50 pesos. Llamemos pero que no nos atiendan así sigue sin resolverse. Otra espera más. Pero qué rápido que te cortan ellos el servicio eh!
Por algo pasan las cosas, por algo no fui anestesiada y puesta en una bandeja de operación el viernes pasado. Sí, por la huelga. A veces se hace difícil ver las "suertes" en el hastío de la espera interminable. Como desquite decidí irme a Pehuen-có el fin de semana que ya había considerado perdido. Jugando al 10.000 a veces sacaba escalera y le arrimaba algunos puntos más. Cuando se ponía peligroso dejaba pero los chicos me hacían tirar una vez más para ver qué hubiese pasado. Si uno está tirando fuera de juego "para ver qué pasa" probablemente no saca lo mismo que si lo tira siguiendo el tren por más que le imprima una fuerza similar a los dados en todas las circunstancias. Cambiás un solo detalle ínfimo como la diferencia de segundos o el propósito por el cual lo tirás y el resultado que podría haber salido no saldrá nunca, se estravía en el universo de las posibilidades perdidas. Pero así como algunas cosas están destinadas a morir, otras nuevas nacen para llenar el lugar. Después de todo, si me hubieran operado esta entrada no existiría... o si?
Paciencia que se acaba, resignación. Es raro que no me esté quejando en este post, que no esté puteando. Debe ser que ya me caló el cansancio.

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