Después de tanto olvidarme que estaba acá para algo, me acordé en un sueño. El sentimiento que viene y que va, que permanece tan puro a pesar de las personas y del tiempo. Añoraba ese sentimiento, tenía nostalgia. Y como mirando un álbum viejo, veo fotos en las que no aparezco, creo que a veces soy un espejismo. Pero eso está ahí, debajo de todo el hielo que me sirvió para enterrarlo, para volverlo piedra. Y vuelve, como un sueño, haciéndome recordar que no estoy muerta, que existo, que puedo respirar y sentir por debajo de todas las capas de papel que me recubren.
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