jueves, 10 de diciembre de 2009

Cortando clavos...

Sí, estamos acá, reaparecimos. Somos ese tópico del que te cansaste una y otra vez. Pero si volvemos, no será porque no tenés que desprenderte de nosotros?
Estamos en las paredes de tu departamento y a montones.
Estamos en tus neuronas recalcitradas del cansancio.
Estamos en tu vida sentimental... y en tu falta de ella.
Es por eso que cuando estás tranquila nos clavamos en tu columna vertebral para hacerte sentir que no nos dejaste, que no nos guardaste y olvidaste.
Estamos en ese momento tenso que antes era normal pero ahora te da vergüenza.
Estamos cuando te mirás en el espejo de reojo con la total seguridad de que sos la única que se refleja en él y nos sentís, como perseguida.
Estamos en esos rincones oscuros cuando te acordás de él, de él y de él (todos eles distintos).
Y cuando te aferrás a él, para no sufrir. Y cuando no dormís en las noches porque pensás en qué estará pensando... o en quién. Y cuando no querés hablar, para no enterarte de nada, cortando clavos, cortando clavos.
No te resistas. Estamos.

2 comentarios:

. dijo...

Muy estimada I; esta vez habrá un comentario en la saga "clavos".
No sin preguntarme si acaso vos preferirías que no los haya, como si fuesen ejercicios de escritura con intención de ermitañez. Como si ofuscase cualquier intromisión.

Pero esto es mera pseudo-suposición, no significa algo ya comprobado. y siendo así, digitaré letras y aún más letras.

Cuando asocio conceptos, casi como que juego con ellos; algunas veces hasta el sinsentido. En fin, la cuestión es que haberte leído otra vez con esta temática, hace que yo asocie -así, casi de la nada- los clavos con un enfoque (digamos) junguiano. Sólo por especular, y aún así, sin afirmar nada.

Sorprendida? No es para tanto, si conocés un poquitín de Carl Gustav Jung. Como sabrás, una de las cosas que primero se dicen de él, es sobre sus trabajos relacionados a los diversos Arquetipos universales, y al significado, contenido (y blablabla) de éstos. y como formo parte de la cultura occidental, la insistencia con los clavos y en cómo leo las referencias a ellos en este y anteriores posteos, es sólo de algo distante al goze, por mucho. Y como la cultura cristiana es la más cercana que tenemos por estos lares, la historia de la crucifixión de la principal figura del cristianismo, viene de la mano con las figuras de los clavos, como instrumento de dolorosa tortura.

Y si difiere en detalles (clavos oxidados en vez de clavos encarnizantes) la índole de éstos, se lee también como a algo no agradable. Asi que entonces me pregunto: ¿Es que acaso los clavos tienen esa única utilidad o es que también sirven para construír, entre otros usos? Yo entiendo que los objetos son lo que se le destine hacer y las posibilidades de uso latentes. Obviamente, lo que derivaría de ello es que uno podría aprovechar las circunstancias. Especializate en clavos, y disponé de ellos a gusto y piacere personal. Los clavos también tienen usos medicinales (en operaciones). Es más, me parece incluso que he visto clavos como obras artesanales, seguro que vos también. Hablo en un sentido metafórico.

Esto no es un juicio moral, sino que pretende ser algo así como un análisis, motivado por la fijación con el tópico al respecto.

Pero finalizo destacando algo más. Este post, aparte de ciertos otros, me gusta leerlos en su forma, la lectura se le hace a uno más fluída, y con un intimismo sui generis. In my humble opinion.

Estaré en animación suspendida hasta el próximo post ;)

P.D.: Se agradece el comentario-respuesta del post anterior; felizmente superó los 3-4 renglones usuales, je. Disfruto leerlos, aún con desvaríos ocasionales. (¿Ocasionales?) XD

. dijo...

Update instantáneo de mi comentario: otra vez asociando, me acordé de algo que te va a gustar aquí.

Enjoy it! XP