jueves, 30 de diciembre de 2010

What course has given you the right to stray?

Agradezco ser un poco más ácida, más dura e insensible. Sin embargo, sigue sorprendiéndome el día de hoy y no entiendo qué fue lo que pasó. Empezó todo como todas las cosas empiezan. Tomó el curso natural de los acontecimientos y de la nada... te moriste. Me costó poco hacerme a la idea, comprendí inmediatamente que era mejor de esta manera. Sin embargo, en el momento en el que terminé de hacer el breve luto, apareció tu fantasma.
No pienso en vos todo el día. Rara vez me acuerdo ya de cómo eras. A pesar de esto, escucho canciones que me hablan de vos. Me asaltan, como presentimientos, tus aromas, tu sonrisa, tu imagen parada en la ventana. No sé lo que pasa... estas apariciones me dejan sin entender de qué está hecho todo esto y si sos vos o es mi cabeza que te pone en esos lugares y, de ser así... ¿por qué lo hace? ¡No entiendo! Si llegué a la conclusión de que lo mejor fue dejarte ir. Y aún así, veo tu aura en todos lados, me ataca como con una cachetada, en la pantalla, en la ventana, en alguna canción justo cuando estaba de lo más tranquila olvidada de vos.

Lo más bizarro y sobresaliente del 2010. XII


Diciembre

De este mes podría subir miles de fotos pero me quedo con la de la presentación de tango que fue el penúltimo logro del año... el último fue el cinturón de taekwondo! pero todavía no tengo fotos de eso.

Feliz fin de 2010, feliz principio de 2011. Gracias por todo lo que me trajiste y te llevaste. Año nuevo, te comento que te toca superar un desafío bien complicado... pero te tengo puestas todas las fichas!

Lo más bizarro y sobresaliente del 2010. XI


Noviembre

El 27/11 recibí por adelantado mi mejor regalo de cumpleaños, el recital de Rammstein. Algo que no me voy a olvidar jamás y mi tercer viaje en este año a Buenos Aires.

Lo más bizarro y sobresaliente del 2010. X


Octubre

Por supuesto si el título de estas entradas refería a lo bizarro, no podía faltar la entrada referida a la Bizarren que tantas alegrías nos trajo!

Lo más bizarro y sobresaliente del 2010. IX


Septiembre

El cumple de papá, después del fallecimiento del tío Heraldo en julio. La familia unida en una foto como no sucedía desde el 95. Por supuesto que yo sigo igual de hermosa.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Lo más bizarro y sobresaliente del 2010. VIII


Agosto


La segunda ida a Baires que me hizo sentir casi que estaba viviendo más allá que acá. Medio pelo igual, no acompañó mucho la compañía (valga la redundancia) y al 3er día ya quería o matar o morir. A partir de este viaje, nunca más me pude poner al día con las cosas que tenía que hacer hasta hace un par de semanas... genial lo mío.

Lo más bizarro y sobresaliente del 2010. VII


Julio


El primer viaje a Buenos Aires con el maravilloso grupo de Historia del Arte que yo consideré casi como un viaje de egresados. Realmente conocí personas muy copadas y la pasé genial conociendo museos y haciendo todo tipo de actividades nerds! Por supuesto, si el mes anterior empezó el fin de mis energías, en julio, a pesar de las vacaciones de invierno, empezó el bailecito pa' matar hormigas.

Lo más bizarro y sobresaliente del 2010. VI


Junio

La primer salida larga del grupo de Historia del Arte y el recorrido por los andenes y por White. Ese fue uno de los primeros días del año en el que dije "me muero del cansancio". A partir de aquí todo fue empeorando en cuanto a cantidad de trabajo y actividades. Ese mismo mes, un fin de semana después, empecé taekwondo y el 14 de junio comencé una suplencia que se prolongaría hasta fin de año y más allá (que esperemos siga en el bienaventurado 2011). Por lo tanto, este mes podríamos pensar que fue el mes en el que todo comenzó irse al carajo ja!

Lo más bizarro y sobresaliente del 2010. V


Mayo

Y vino el 5to mes del año y yo con la cursada, el trabajo y en una búsqueda desesperada de hacer más plata. Recuerdo que durante ese mes, en el que todavía no trabajaba tanto, me permití salir con una asiduidad más o menos "no culposa". La foto es del cumple de Lu de donde quedó para siempre la frase "hace calooooooooooooor" como sinónimo de Irene en pedo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Lo más bizarro y sobresaliente del 2010. IV


Abril

A un año de haber escapado del nido, era imposible no reconocer el apoyo de todas las personas que me ayudaron en el trayecto. Ahora el mural es casi del doble del tamaño.

Lo más bizarro y sobresaliente del 2010. III


Marzo

Por supuesto que la vuelta a la universidad trajo infinidad de sorpresas gratas pero también muchas idas y vueltas, muchos trastornos, mucho insomnio. La visita al cementerio anunciaba que Historia del Arte no sería una materia más y el angelito bizco se sorprendió una tarde de miércoles cuando con nuestras voces lo despertamos de su letargo semanal.

Lo más bizarro y sobresaliente del 2010. II


Febrero

El apoyo fue fundamental y siempre intenté que fuera sobre la tierra firme, esquivando terrenos pantanosos. Sin embargo me permití volar ya que el cielo estuvo lo suficientemente tranquilo y el sol me acarició con mucha ternura.

Lo más bizarro y sobresaliente del 2010. I


Enero

Mar... Cuántas cosas se escribieron sobre vos, pero nada te describe mejor que el silencio. ¿Cómo supe que mi 2010 sería bueno? Cuando mojé mis pies en el agua salada me bautizaste con tus bendiciones y deseos de buenaventura. ¿Qué más necesitaba para que mi año fuera genial? Nada, ya tenía el amparo del gran Océano.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Pick your poison

Uno jura indiferencia que no llega a sentir jamás. Yo juré que no me importaba, que no me importaría, que no iba a dejar que me importe. Y acá estoy, y acá está, importándome, todo, mucho, demasiado, al punto de querer gritar, de querer correr, de querer esconderme, de querer enfurecerme, al punto de olvidar a todos y todo. Al punto de sentir solamente esta no-indiferencia que le recorre a uno las venas, le arde, le quema, lo envenena. Al punto de creer que es pasión y engañándome porque eso sólo puede ser veneno.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Las ciudades y la pertenencia. Marina

Durante mucho tiempo no hubo un cartel que rezara Bienvenidos a Marina en la puerta de la ciudad. Si, además de eso, uno era viajero, tenía que tener cuidado de no detenerse mucho tiempo, pues la ciudad siempre se apropiaba de lo que no le pertenecía.

Cuenta la leyenda inexacta y olvidada a medias, que en Marina se asentaron unos peregrinos que estaban de paso durante una noche borrascosa. Armaron unas tienditas precarias pero se quedaron más de lo previsto. Eventual y pregresivamente, otros viandantes que de casualidad pasaban por el lugar, fueron forzados a unirse a este primer asentamiento y al cabo de un año, ya ascendían a cien las casitas improvisadas que se divisaban desde la llanura. La partida siempre era postergada por motivos diversos que ahora ya se han olvidado; nadie podía irse. De este modo, como el corazón de los peregrinos no pertenecía a Marina, todo era endeble, momentáneo y caduco. Todos creían que era cuestión de días, de semanas o (en el peor de los casos) meses, para abandonar el paraje. Y, sin embargo, pasaban los años y Marina seguía creciendo al ras del suelo, minada de tiendas, mercados improvisados, iglesias de chapa.

Pero esta leyenda tiene dos caras y no se puede contar una parte sin mencionar la otra. Una vez que el habitante acepta que está atrapado en Marina y comienza a enamorarse de su vista a la bahía, de su tierra salitrosa, de su aire cargado de frescor o del silencio de los claros, es forzado a irse. Marina es esa mujer caprichosa que al conseguir su objetivo pierde el interés con demasiada facilidad. El ex habitante, entonces, la sueña de lejos y la llora con verdadero sentimiento de pérdida, como un genuino amante abandonado.

Quienes en ella nacen son criados con el sentimiento de la próxima partida y la pertenencia a otro lugar. Es por esta razón que la identidad como ciudadano se define paradójicamente por la no identidad y la no pertenencia, por el deseo de fuga hacia unos horizontes inalcanzables. Quienes mueren en ella luego de muchos años de esperar la partida, son enterrados cerca del mar pero el cuerpo sigue perteneciendo al suelo… hasta en la otra vida se les niega la posibilidad de escapatoria.

Como nunca nadie planeó quedarse, Marina sigue creciendo apoyada en una telaraña de estructuras provisorias. Después de mucho tiempo, los habitantes lograron cierto nivel de resignación y decidieron levantar la única estructura que resistirá el paso de los años; el mojón que marca el camino de entrada a la ciudad. Fue hecho como una advertencia para aquel que pasa y no planea quedarse. Es por esto que la palabra bienvenidos fue omitida.


Cierre del Seminario HJ, El placer de vagabundear. Diciembre de 2010.

lunes, 6 de diciembre de 2010

La redondez de la cuestión

Yo sabía que todo venía demasiado bien y vengo a tropezar en la recta final.
No, basta de decepciones. El año se está cerrando bien, lo otro era un bonus track que simplemente no se dio. ¿Será posible rendir el seminario de Plauto antes del 31? Creo que, en todo caso, eso me haría mucho más feliz y aportaría un gran porcentaje a la redondez de este fin de año.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Rammstein versionado II

Versión propia:

El mismo día de haber tenido un sueño rarísimo hablo con mi amigo Juan Pablo

Yo: No sabés lo raro que fue, soñé que estaba en un recital de Rammstein que no empezaba y no empezaba, en un momento me despierto y con bronca me vuelvo a dormir haciendo fuerza para soñar lo mismo. Re loco, efectivamente continué el sueño a pesar de la interrupción pero a pesar de mis esfuerzos, el recital no empezó tampoco después; me desperté definitivamente con los primeros acordes de Mein Tail. ¿Qué opinás?

JP: Que tenés unas ganas locas de ir a verlos ahora cuando vienen en noviembre

Y así me enteré de que venían. Pero los sueños no se detuvieron ahí. Tuve uno más de características similares y otro en el que soñaba que Flake era conductor de la 319 y me preguntaba si quería ir a Bahía (no coments). Yo creo que estos flacos deben haber descubierto la forma de hacer propaganda mediante el sueño porque con el tercero me terminé de decidir. Después de eso no soñé más (bueno, hasta el pasado lunes pero creo que es porque ahora van a empezar a publicitar su nuevo álbum. Jojo, no saben que yo lo bajo).
En agosto fui a Baires pero no me animé a comprar las entradas con tanta anticipación más que nada porque tampoco estaba 100% decidida y temía que se echaran para atrás y no vinieran y yo con la entrada como boluda. Puse como fecha septiembre, me parecía más razonable. Entonces nos dispusimos con Marito a averiguar cómo podíamos hacer para adquirir las susodichas entradas desde el interior. Eso nos llevó un tiempo, más que nada porque ninguno de nosotros contaba con tarjeta de crédito. Echamos mano a los recursos que disponíamos y conseguimos que Leandro, el 16 de septiembre, se escapara hasta Ticketek y nos comprara en platea sur, arriba de la popular, luego le depositamos la plata.
Bueno, digamos que de septiembre a noviembre hay muchos días. Sí, hay muchos días. Pero las entradas estaban, sólo nos quedaba ocuparnos de lo demás más sobre la fecha. El año fue pasando leeento y agotador por lo que mi cabeza se mantuvo ocupada en las 1354458 cosas extras que tenía que hacer en vez de estar pendiente del recital. Llegó noviembre, pasó la mitad, compramos los pasajes, reservamos el hostel y el viernes 26/11 a las 21.50hs nos embarcamos en el bondi rumbo a Buenos Aires.
Primera vez para mi hermano, por suerte yo ya iba más o menos acostumbrada a los movimientos, viajes y caminos de subte y etc. Mario estuvo paranoico el 95% del viaje lo que me hizo sentir que casi estaba yendo a un recital con mi mamá.
Almorzamos con Leandro (que no llegaba más!) y nos dio las entradas. No sólo eso sino que también nos acompañó a la parada de micro, nos indicó dónde bajarnos y nos esperó a que lo tomáramos. Mejor imposible. Mi segundo viaje en micro en capital... demás está decir que el cole me pone muy nerviosa. Soy más propensa a perderme. Por suerte iban otros tantos como nosotros con remeras y cuando fue el momento nos bajamos todos juntos.
Estadio, señor dónde es para platea? esa fila de allá toda relarga, ah, ok. La fila, efectivamente no terminaba más, tenía la longitud de tres cuadras, sin nombrar que en un momento se mezclaba con la fila del campo en la cual, equivocadamente nos pusimos. Por suerte nos dimos cuenta bastante enseguida y corregimos el error. Eran las 17hs. La espera nos hizo ver a personas de toda clase y calaña, realmente muy extraños todos. Creo que fue la primera vez en mi vida que me sentí TAN normal. Empezamos a avanzar cerca de las 19hs e ingresamos, finalmente, luego del cateo preventivo.
¡Mamá, mamá, encogieron el escenario!
Si, se veía muy pero muy lejos.
Nos sentamos un rato y no pasaron diez minutos que a Mario lo cagó una paloma en el brazo

Dicen que es buena suerte

Si, andá que te cague vos la concha de tu hermana

Si, está bien, me lo merecía, además porque me reí mucho de él en su cara. Un flaco que estaba ahí cerca le dijo lo mismo y él se sonrió (Ah! por qué no le decís lo mismo que me dijiste a mí?).
19 y algo, qué se yo la hora, banda soporte. Una minita que gritaba como si la estuvieran desollando viva. Puta che, para teloneros de RAMMSTEIN, pongan algo decente. Encima el sonido era pésimo y casi nadie los conocía. Tocan pocos temas (por suerte) y se van. Más espera en la que variamos de posición infinitas veces. Mi hermano comienza a ponerse denso porque, como los chicos, estaba aburrido. Finalmente los preparativos, ponen un telón... se huele en el aire el comienzo... qué expectativa! qué nerviooooos!!!!! Pero siguen sin empezar. Algunos acordes como prueba de sonido, pero nada más, sólo la espera.
Aburrimiento peligroso, ya que los de la popular fuerzan las vayas y alrededor de 100 personas se pasan al campo que estaba vacío en un tercio. Calentura, vayan a trabajar putos! yo pagué más la reconcha tuya! Si, frases todas mías... pero bueno, estaba enojada porque me rompí el culo para poder estar ahí y verlos chiquitiiiiiiitos, no era justo. Arreglan el problema, mejor, porque sino se iba a armar.
Noséyaaquehoraperoalrededordelas21 se empiezan a escuchar los primeros acordes de Rammlied... me palpita el corazón fuerte, mis piernas empiezan a saltar solitas. Cae el telón negro y una enorme bandera de Alemania queda en su lugar y a su vez cae mostrándonos el escenario y la banda. No pude ser más feliz en ese momento a no ser que estuviera yo misma arriba del escenario. Descontrol, cabeceos, celulares encendidos... era un hermoso paisaje desde donde yo estaba. Se sentía la emoción, el formar parte de un algo, la suspensión del tiempo y el espacio. Grité y canté como loca, lamento no haberme quedado sin voz. Al tercer tema se interrumpe el recital, se apaga todo ¿Qué pasó? En ese momento dieron una explicación medio incompleta y medio extraña de alguien desmayado. Por supuesto, dije "acá palmó uno de la banda" Marito ni corto ni perezoso "Debe haber sido Flake, es tan flaquito y debe estar pasado de merca". Seguimos intrigados como por diez o quince minutos hasta que se retomó desde donde habían dejado.
No puedo describir todas y cada una de las canciones, sería demasiado y además, el suplemento Si! lo hizo mejor que yo. Sólo puedo decir que tuvo gusto a poco, como todo lo bueno.
A la salida nos encontramos con Ulises que nos hizo la recontra gamba y gracias a él pudimos tomarnos un bondi hasta capital. Imaginen el caos en Avellaneda con 30.000 personas saliendo del estadio. Llegamos a capital a las 2 de la mañana, yo exánime me acosté y me dormí. No soñé nada, creo que no hizo falta. Me desperté sola al día siguiente coreando Rammlied, Mein Teil, B**********, Pussy, feliz.

Epílogo: El domingo a la mañana en capital fue como un mar en calma casi. Ya no se veían las miles de remeras deambulando por la nueve de julio y casi que el concierto había quedado como un recuerdo de un pasado mejor. Desayunamos frente al obelisco recordando a aquella familia de padre, madre e hijo, todos con las remeras negras y la R y la cruz en rojo. En el recital abundó la gente grande y los chicos de entre 10 y 13 años. Sólo nos quedaba el merchandising que yo compraba casi automáticamente como si estuviera comprando tomates... era más fuerte que yo.
La euforia me siguió (y me sigue hasta hoy jueves) y lamenté mucho tener que sacarme las remeras para ir a trabajar. El día de mi cumpleaños, martes, fue tan insignificante al lado del fin de semana... pero debo decir, nunca mejor regalo de cumpleaños. Si lo intento superar el año que viene voy a tener que, no sé... casarme con Cristoph Schneider, o algo así.

Rammstein versionado

Versión 1 de fan que estuvo en campo:


Versión 2 de suplemento Si!, "Iluminados por el fuego":


Till Lindemann y los suyos convocaron el sábado a más de 30.000 personas en Avellaneda. Sin pantallas, mucha oscuridad, llamaradas, pirotecnia y un sonido demoledor. ¡Hasta el truco de incendiar a un fan sobre el escenario!
Los alrededores de Racing eran filas y filas de fieles cultores del color negro. Corsets, remeras y medias de red, pantalones vinílicos, borcegos, pelos teñidos y muchas, pero muchas, remeras de Rammstein.

El Cilindro de Avellaneda con una larga sangría rockera a cuestas (Los Redonditos en 1998) y con chapa de cuna de masivas convocatorias religiosas, aunó devoción y sonidos estridentes el sábado con la vuelta de Rammstein, devotos del fuego, la pirotecnia explosiva. Y la polémica.

Antes de los alemanes, como aperitivo asomaba el crédito local con Bloodparade. El grupo de electro-rock tocó seis temas en media hora (todos de su último disco State of Trance) donde su cantante Brenda Cuesta agitó la tarde-noche académica con poder y un sonido más que aceptable para una banda soporte.

Baja un telón gigante y comienza la espera para la llegada de Rammstein, una hora y veinte minutos donde varios de los que se iban acomodando en las plateas o los que poblarían el campo ya intuían que había que agudizar el ojo. Sería un show sin pantallas (a pedido de la banda) para no distraerse del despliegue visual del sexteto germano. Una bruma asoma entre la masa sudada cuando el agua a presión refresca.

Se apagan las luces y se encienden las pantallitas de los celulares. Suena la intro y cae el telón negro que deja ver una gigante bandera alemana, antesala para la detonación y comienzo de Rammleid, primer tema de su flamante Liebe ist Für Alle Da. Las miradas están clavadas en él, en Till Lindemann el corpulento vocalista que lleva puesto un overol negro y un delantal (tipo carnicero) de cuero rojo que ¿combina? con las plumas rojas alrededor del cuello. Y el primer truquito del grupo viene de las fauces del cantante con esa lamparita diminuta, pegada a su paladar, que ilumina cada entonación.

El grito en masa de ¡Ramm-stein! intimidó a las nubes amenazantes que se fueron con la tormenta a otra parte. El escenario-tumba (una gran caja negra), esconde llamaradas, detonaciones y luces frenéticas que parecen rastrear objetivos militares. EnBückstabü ya Till muestra su pose característica encorvandose para adelante y pegándose con el puño el muslo derecho. El tecladista Christian "Flake" Lorenz se mueve torpemente desde su traje espejado mientras los dos violeros (Paul Landers y Richard Kruspe) están clavados, flanqueando a Lindemann, mientras observan robóticamente a la masa.

Al minuto del tercer tema (Waidmanns Hail) un asistente entra al escenario, le habla al oido a Till y éste deja de cantar y se va del tablado. Así comenzó uno de los momentos de tensión del show. ¿Desajustes de sonido (pasaron varios temas hasta que se acomodó)? ¿Problemas con los fuegos artificiales? ¿Algún herido?. No. El vallado del lado derecho se desplazó, por la presión de la gente, lo que obligó detener el show unos 15 minutos hasta que se solucionó el inconveniente.

Esto sumado al grito de "¡La luz, La Luz!" -para que apaguen algunos sectores del estadio que estaban iluminados- y los goles que Racing le metía a Banfield esa misma noche (y se festejaron en el estadio antes del show) resultó un mix atípico para este tipo de eventos. La oscuridad que se reclamaba resultó cómplice para que muchos, que estaban en una de las populares bajas, saltaran al campo y entraran corriendo mientras desde algunos sectores de la platea lo festejaban con aplausos (¿?).

Volviendo al show, el escenario se tiñe de rojo para llegar al disco Mutter con Feuer Freiy las máscaras-lanzallamas que aparecen en escena. Los violeros apuntan entre sí hacia Till mientras la voz expande su lengua flameante al público. Lindemann se arrodilla ante la batería y una imponente detonación marca el final del tema. Una vulgar demostración de poder (visual y sonoro) que se repetiría con Mein Teil cuando Lindemann -enfundado como un carnicero loco y ensangrentado- enciende una olla gigante con un lanzallamas mientras el tecladista baja con un traje que destella y parte de la pirotecnia del escenario cae y lo persigue, obligándolo a recorrer el escenario de punta a punta. Rammstein es una banda que calcula detonaciones y explosiones al milímetro sin dejar nada al azar. "Entrenamos para ello show tras show junto a los ingenieros de efectos especiales", nos contaría Lindemann horas después.

Otros de los puntos a destacar del show fue cuando en Benzin (en medio de lenguas de llamaradas que salen del escenario) Till tiene un surtidor de nafta que lanza fuego y un falso-fan sube al escenario levantando los brazos y festejando. Lindemann lo incendia por "error" mientras un asistente lo persigue y lo trata de apagar con unas mantas. Si antes no lo viste en You Tube te quedás con la duda. ¿Accidente? ¿Morbosidad?

Para Du Hast (de lo más coreado de la noche) dos cometas pirotécnicos se eyectan del escenario y estallan contra las torres laterales de sonido. Rebotan y vuelven a colapsar en la parte superior de la estructura principal. De lo más grosso de la noche en efectos, comparable con los confettis (papel picado) que salen de unas mangueras ubicadas en la entrepierna de los músicos (ver lista de temas y los efectos de cada uno) para el polémico y censurado tema Pussy. Till dice en español "Levanten las manos" y la gente obedece en masa. Luego harían la primera pausa (pautada) de la noche luego de trece temas palo y palo.

Para los bises asoma Sonne (con detonaciones desde el foso de los fotógrafos inclusive), Haifisch (Tiburón) en el cual no utiizaron el gomón sobre el cual el bajista Olivier navega entre el público. Y en el hipnotizante Ich Will (de lo mejor de la noche) donde tiran la casa por la ventana con las detonaciones de los 16 cañones y una gran explosión a la altura de la batería. El sonido no bajó su nivel en todo el show.

La segunda parte de los bises viene con sorpresa cuando suenan los primeros riff deIch tu dir Veh del último disco y varios cometas iluminan el estadio por completo. Un flash. El tema se interrumpe ("fue planificado, solo hacemos la primer parte", le diría luego al Sí! el guitarrista Paul Landers) y de toque se engancha el pegadizo Te quiero puta (del disco Rosenrot) con un Till que canta en castellano arrastrando la erre con esa impronta tan personal. La banda se despide y, aunque hicieron un set con ocho temas de su último disco y solo uno (Du Hast) del exitoso Sensucht, no se oyeron muchas quejas de la falta de clásicos como Muter, Engel, Sensucht, Bestrafe Mich, Rise Rise o Amerika.

La demolición sonora-visual en la cual sucumbió Racing por dos horas dejó extenuado el aliento a la queja. Y los músicos quedaron impresionados por la fidelidad nacional. "Esperaba no más de 15.000 personas. Son muy locos. En un año y medio volvemos", reveló el cantante al Sí!. Ojalá.