lunes, 30 de agosto de 2010

No sos vos, soy yo...

Porque me aburriste mucho por chat, porque ibas muy despacio. Porque después me enteré que eras más chico... y se te notaba la edad. Porque cuando esperaba algo más, me salías con clichés. Porque te quedabas callado, inmerso en tu silencio. Porque no me gustaron ciertas actitudes tuyas. Porque no sos mi tipo.
Entonces, me querés decir qué hago pensando todo el día en vos?
Porque me hiciste reír cuando te conocí. Porque te abrazaba muy fuerte. Porque era lindo tener algo sólo para darse aires. Porque no me importabas demasiado. Porque me llamaste a la noche en pedo. Porque al otro día me ignoraste. Porque escabulliste tu mano de la mía. Porque intenté mantenerme alejada pero me traicionaron mis brazos, mis labios, mi cuerpo. Porque me gustó tenerte como idea. Porque se ve que extraño la figura masculina en mi vida y no me gusta que sea así. Porque ya hago chistes en relación a un futuro que no existe.
De nuevo, no sos vos, soy yo la que te atrapó en el envoltorio de la idealidad y a la que le cuesta poner los pies en el suelo. Admitámoslo, si estuvieras disponible todo el tiempo, no me interesarías. No sé cuál será tu rollo, este es el mío y por el momento, ya tengo suficiente con mi noviazgo imaginario como para andar complicándome la vida con vos... que sos de carne y hueso.

miércoles, 18 de agosto de 2010

El eterno interrogante es cómo la raza humana continúa perpetuándose aún en estos días.

Entre el histeriqueo femenino y la lentitud masculina, ponerla se ha convertido en casi un milagro.


PS: y continúo contando...


martes, 17 de agosto de 2010

A Buenos Aires de ida y vuelta

Las ciudades, y más las superpobladas, tienden a tener olores de toda categoría, tipo y clasificación. El problema de los olores es una constante en mi vida; se imaginarán, con semejante apéndice nasal, ni lo más nimio le pasa a una inadvertido. Buenos Aires tuvo sus olores esta vez, más memorables que veces anteriores (aunque será siempre imposible borrar de mi memoria olfativa la esencia del departamento de Horacio y Lisandro... tómese en todos sus sentidos de evocación). Por cierto, ya debo estar habituada al smog puesto que ni lo noté. Sin embargo no pasó desapercibido el perfume del hombre de remera roja que me sacó a bailar en la milonga y que al día siguiente seguía impregnado en mi ropa. También mi campera conservó la esencia del desodorante de mi amigo Rudy. Y el italiano con el que bailé en la clase de Aurora Lubiz tenía puesta, como es debido, su buena dosis de colonia.
Muchas veces ya he ido a Buenos Aires. Creo que todas ellas fueron para probarme a mí y al resto de la gente que yo soy, que yo puedo y, más que nada, que no necesito a nadie para ayudarme a hacer lo que ya hago sola. Muchas de estas veces, los aprendizajes se quedaron olvidados en el camino, exterminados por una cotidianeidad filosa y oxidada. Será que estaré condenada a repetir indefinidamente este aprendizaje como un eterno retorno que se reinaugura cada vez que me bajo en Retiro. Y al volver, la rutina pareciera un Leteo que me sume en un gran sueño del que no puedo despegar. Sólo me quedan las marcas físicas, los rastros, los aromas impregnados en la ropa. Sólo me queda luchar contra el fantasma olfativo al cual confundo con lo real, siendo éste, solamente, una sombra bastante paliducha.

lunes, 2 de agosto de 2010

Lunes

hoy estoy cansada
*sobre todo estoy muy cansada de ser yo
*me cansa
*me canso
*me agoto, me autoagoto
*supongo que soy muy absorbente

S dice:
*contame cuando te levantaste, esos segundo entre tu y tu
*puteando porque era muy temprano, porque tenía que ir a la escuela, al primer día de clases después del receso invernal
*a enfrentarme con los pendejos estos que demandan mucha energía
*energía que no tengo últimamente
*así que no estaba demasiado consciente, más bien dormida

S dice:
*interesante
*el lunes no pierde su traje de lunes
*nunca